Friday, February 18, 2011

Mamitupu, Kuna Yala

Well, I flew to the Indian Reservation on Wednesday morning and Ramon met me at the airport.  It took about half an hour by motorized canoe to get to his island.  I stayed there Wednesday and Thursday and flew back to Panama City today, then took a bus back to El Valle.

I am glad I finally got the chance to see him again.  He has been married twenty-one years now and has five kids, from age 20 to 5 years old.  There are a lot of other small kids in the neighborhood, too, and they all wanted their pictures taken multiple times!

We took the canoe (they call it a cayuco) to a nearby uninhabited island that is just used to grow coconuts.  Apparently for some reason they cannot grow coconuts in Colombia, so the Colombians come up the coast and trade sugar and salt and other stuff for the coconuts, which are valued at thirty cents each.  But Ramon told me that one tree can produce thousands of coconuts in a year.  He may have been exaggerating, but they sure do have a lot of trees, both on islands and on the mainland.

We also went over to the mainland (just a few hundred yards away) to take a look at the land where Ramon grows food for the family.  Yucca and plantains and potatoes and other stuff.

The islands have not changed much since I was there about thirty years ago.  They have cell phones but no internet and Ramon`s family has a solar panel to charge up a big battery that they use (sparingly) for electric power.

Bueno, yo volamos a la Reserva Indígena de la mañana del miércoles y Ramón me recibió en el aeropuerto. Tomó cerca de media hora en canoa a motor para llegar a su isla. Me quedé allí miércoles y jueves y voló de regreso a la Ciudad de Panamá hoy, luego tomó un autobús de regreso a El Valle.


Me alegro de que finalmente tuvo la oportunidad de verlo de nuevo. Ha estado casado veintiún años y ahora tiene cinco hijos, de 20 años de edad y 5 años de edad. Hay un montón de otros niños pequeños en la zona, también, y todos querían tomarse fotos varias veces!


Tomamos la canoa (ellos lo llaman un cayuco) a una isla cercana deshabitada que es usada para cultivar cocos. Al parecer, por alguna razón no puede crecer cocos en Colombia, por lo que los colombianos vienen a la costa y el comercio del azúcar y la sal y otras cosas de los cocos, que se valoran en treinta centavos cada uno. Pero Ramón me dijo que un árbol puede producir miles de cocos en un año. Él pudo haber sido exagerado, pero seguro que tiene un montón de árboles, tanto en las islas y en tierra firme.


También se acercó a la parte continental (sólo unos cientos de metros de distancia) para echar un vistazo a la tierra donde crece Ramón alimentos para la familia. Yuca y plátanos y patatas y otras cosas.


Las islas no han cambiado mucho desde que estuve allí hace unos treinta años. Tienen teléfonos celulares, pero no internet y Ramón `s de la familia tiene un panel solar para cargar una batería grande que ellos usan (con moderación) de energía eléctrica.



 

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